Un estudio de Kantar señaló que en enero de cada año, los consumidores reducen sus compras y restringen su presupuesto. Se presenta un 5% menos de compras hacia productos de la canasta de consumo masivo.
Además, el comprador, disminuye la cantidad de unidades que compra, en promedio un 7%, lo cual hace que gasten menos en cada lugar donde realizan compras.
Cada inicio de año se relaciona con dificultades financieras para muchas familias costarricenses, marcando a enero como un mes de retos económicos. Esto se debe principalmente a la falta de planificación previa y los gastos extraordinarios de las festividades de diciembre.
Sin embargo, cambiar esta narrativa y convertir enero en una oportunidad para construir hábitos financieros más responsables es posible a través de la educación financiera y acompañamiento de expertos.
El fenómeno de la ‘cuesta de enero’ no es más que un error al momento de planificar los gastos fijos como el pago de impuestos, matrículas escolares, seguros, entre otros compromisos. Si a todo esto le sumamos los desbalances causados por compras no planificadas en regalos, celebraciones, viajes de fin de año, uso descontrolado de tarjetas de crédito y la falta de ahorro, tendrían una acumulación de gastos que agravan este panorama, llevando a muchas familias a enfrentar el nuevo año con deudas y estrés financiero.
Si nosotros lográramos desde este cierre de año hacer una planificación y mes a mes sentarnos a tomar nota de cuáles son nuestros gastos, cuáles van a ser esos hitos, actividades o momentos en los que vamos a requerir sacar un fondo o un dinero para cubrir esa necesidad, estaríamos planificando y esto hará que definitivamente el mes de enero y sus complicaciones sean mitigadas, mencionó Cindy Rivera, de Coopenae.
Algunas herramientas que pueden funcionar son las asesorías para planificar presupuestos, priorizar pagos y organizar las finanzas, realizar ahorros planificados, presupuestar los gastos anuales desde diciembre, destinar parte del aguinaldo a ahorros o compromisos de este mes y manejar las deudas de tarjetas de crédito con disciplina.
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Ambar Segura
